Daddy Yankee da una “última vuelta” por Texas

Daddy Yankee da una “última vuelta” por Texas

Por CARLOS PASSAGE

Daddy Yankee es, sin duda, una de las figuras más importantes del género urbano. Lo recuerdo casi como si hubiera sido ayer, aquel verano del 2004, cuando la hermana de mi mejor amiga, recién llegada de tomar un curso en Boston y que habría conocido a un grupo de estudiantes puertorriqueños, nos introdujera a “Seguroski”. El resto es historia… “Barrio fino” y su “Gasolina” se convertirían en la banda sonora de toda una generación de adolescentes.

El pasado sábado, 16 de diciembre, Daddy Yankee pisó por última vez el AT&T Center de San Antonio, Texas, casa de los 5 veces campeones de la NBA, las Espuelas de San Antonio. (Anteriormente se había presentado el 14 de septiembre en el mismo recinto con un “sold-out”.) A eso de las 9:00 de la noche, se activó la cuenta regresiva. Al grito de “tres, dos, uno…”, el Big Boss aterrizó en la arena, gracias a los efectos especiales de su pantalla gigante.

Vestido con una gabardina dorada con negro, el Big Boss abrió el concierto con canciones de su último disco, “Legendaddy”. Después de eso, nos llevó de regreso a la vieja escuela con una mezcla de sus éxitos “Lo que pasó, paso”, “Ella me levantó”, “Mayor que yo”, “Tu príncipe”, “Yo voy”, y muchos más. Daddy Yankee ha colaborado con múltiples artistas como Sech, Bad Bunny, Luis Fonsi, Wisin y Yandel, Rauw Alejandro, entre otros, los cuales “acompañaron” al Big Boss al ser proyectados en la pantalla gigante durante cada una de sus canciones.

Rodeado de sus músicos, bailarines, botargas, fuegos artificiales y lanza llamas Daddy Yankee puso a sandunguear a San Antonio, Texas. Un concierto interactivo, en el cual “San Antonio” y “México” (ya que la frontera se encuentra a unos 240 kilómetros) fueron integrados en múltiples ocasiones en sus canciones y “freestyles”, además de que el público dió un “show” de luces con sus celulares al ritmo del “Parabrisas” y varios asistentes fueron elegidos para bailar en el escenario. Sus dos más grandes éxitos, “Gasolina” y “Despacito”, que abrieron las puertas al reggaetón y la música latina en el mundo, respectivamente, no pudieron faltar. La despedida fue agridulce. Definitivamente, el nombre de “ese chamaquito del barrio de Santurce” tendrá siempre un lugar muy especial en la historia de la música latina y en nuestros corazones. ¡Da-ddy Yan-kee!