5 Dic 2025, Vie

Monegros Desert Festival 2025

Monegros Desert Festival 2025: 50.000 personas, 90 países y 22 horas ininterrumpidas en el desierto.

Del poderoso opening de Joseph Capriati al histórico cierre de Indira Paganotto, Monegros 2025 hizo historia con más de 150 artistas y una jornada que transformó el desierto en un ritual colectivo.

Fraga, 26 de julio de 2025 – El desierto ha hablado. La 32ª edición de Monegros Desert Festival ha cerrado sus puertas con una jornada inolvidable en la que 50.000 asistentes de 90 países se sumergieron en una experiencia extrema de música, libertad y comunidad. Bajo el sol del desierto y entre nubes de polvo que ya son parte del imaginario colectivo del festival, el evento volvió a demostrar por qué sigue siendo uno de los rituales electrónicos más icónicos a nivel internacional.

Durante 22 horas sin interrupción, los beats se apoderaron del paisaje árido de Fraga con un cartel que reunió a más 150 artistas, repartidos en 13 escenarios que este año han dado un salto cualitativo. 

Novedades: el Duna Stage by Brunch Electronik, que ofreció una cuidada selección de house y techno en un entorno más íntimo; y el imponente Unreal, un templo distópico para los sonidos más oscuros y contundentes de la escena europea.

El momento más simbólico llegó al final, Indira, una de las DJs españolas con mayor proyección internacional, hizo historia al convertirse en la primera mujer española en cerrar Monegros Desert Festival. Su set, vibrante y emocional, fue una declaración de intenciones: el futuro del techno también se escribe en femenino.

“Lo de este año ha sido profundamente emocionante. Ver a Indira cerrar el festival, rodeada de un mar de gente entregada tras 22 horas sin parar, nos recordó por qué hacemos esto. No solo es música, es legado, es evolución, es romper límites”, asegura Cruz Arnau, cofundadora del festival.

“Monegros 2025 ha sido una edición que respira presente y futuro a la vez. Hemos apostado por nuevos formatos, nuevos talentos y nuevos públicos. Lo que se ha vivido en el desierto no se puede replicar en ningún otro lugar”, añade Juan Arnau Jr.

Monegros sigue siendo un festival donde conviven la épica y lo inesperado. A lo largo del recinto de 120.000 m², cada escenario propuso un viaje distinto. Desde los clásicos de techno industrial y house contundente, hasta sonidos como el drum & bass o el reggae, la propuesta artística volvió a romper cualquier categorización.

Entre los momentos más recordados de esta edición, destacó la energía explosiva del F2F entre Andrian Mills y Andrés Campo en Industry City, un set que encendió al público con una mezcla impecable de techno y carisma local. También brillaron los directos de Pendulum o Rudimental, además de las actuaciones de nombres como Fatima Hajji, Richie Hawtin o Paco Osuna.

“El cartel de este año refleja lo que es Monegros: una visión radicalmente libre de la música electrónica”, remarcó Víctor de la Serna, director musical del festival. “Aquí hay espacio para bailar, para explorar, para perderse… y para encontrarse”.

La infraestructura del festival fue monumental. Más de 4.000 profesionales trabajaron en la producción, incluyendo 1.200 camareros, 500 agentes de seguridad, técnicos, conductores, personal sanitario y de limpieza. Se movilizaron más 14.000 vehículos particulares y 275 autobuses, con un operativo logístico optimizado para garantizar fluidez y seguridad desde la llegada al recinto hasta la salida final.

El diseño del espacio se vio reforzado con zonas de sombra, puntos de agua renovados, señalética intuitiva, sistemas de pago ágiles y una mejora en las áreas de descanso. Todo sin perder la esencia salvaje y radical que ha hecho de Monegros un icono.

Monegros incorporó un año más a Repsol como Partner Energético con el objetivo de reducir sus emisiones de CO2. El festival utilizará combustible 100% renovable de Repsol, para alimentar los grupos electrógenos que darán energía al festival.  

Además, se reutilizaron materiales e infraestructuras como el avión y el tren que ya forman parte del imaginario visual del festival. El transporte colectivo fue ampliamente promovido y la oferta gastronómica local y plant-based, servida con menaje compostable, redobló la apuesta por un modelo más respetuoso con el entorno.