Por Carlos Passage
La Palabra fue el hombre que se inventó la ‘Salsa Romántica’ o ‘Salsa de Alcoba’ hace 45 años.
Antes de Ray de la Paz, Marc Anthony, Rey Ruiz y su propio discípulo Luis Enrique, este cubano que ahora vive en Cali, Colombia tocó con Stevie Wonder en Los Ángeles antes de convertirse en el verdadero genio y creador del género que hasta hoy cautiva al mundo.
La Palabra afirma que la Salsa Romántica nació en 1980 en Los Ángeles. En aquel momento él llevaba en su corazon y alma muchos sueños. Tenía unos 15 años viviendo en Estados Unidos, venía de Detroit donde había estudiado piano y de NYC donde fue parte de un grupo de Salsa mediados de los 60 que había alternado con Bobby Cruz, Jhonny Pacheco y Eddie Palmieri.
El era cubano pero sentia gran admirador por Motown y por artistas como Smokey Robinson, The Temptations, The Four Tops, Ben E. king y James Brown a quien había descubierto en su juventud en el Apollo Theater, y ahora, en California, estaba esperando trabajar en un grupo que estaba produciendo Stevie Wonder, quien le audicionó, le gustó e inmediatamente lo incluyó en el proyecto.
En ese entonces él se hacía llamar Fito Foster y fue en Hollywood cuando en sus momentos libres empezó a visitar los sitios de música latina donde conoció a la Orquesta Versalles de la cual se hizo pianista. Tenía en ese entonces 31 años. Fue un momento clave en su carrera y un momento crucia para el nacimiento de la Salsa Romántica.
La Palabra se emocionó en Los Ángeles. El venía de Detroit que era frío, en cambio Hollywood era un paraíso con su clima, todo era nuevo, su ambiente, sus millonarios y especialmente sus ventas de garaje que visitaba divertidamente los fines de semana. Eso no había en el norte.
Con la Orquesta Versalles él grabó a comienzos de la década de los 80 «Todo se derrumbó» y fue una locura. La Palabra está convencido que fue la chispa que inició la llama del fenómeno de la Salsa Romántica globalmente.
Después de «Todo se derrumbó» grabó «Lady» y fue una locura. La Versalles tocaba en un club llamado Candilejas en Sunset Boulevard que se mantenía lleno, y muy cerca de allí estaba el Whiskey a Go-Go, bar donde se presentaban los grandes del Rock como Motley Crue. Los Ángeles daba para todo.
En Candilejas, La Palabra que seguía con su concepto de convertir la balada en Salsa, una noche fue contactado por una admitadora que le dijo que le encantaría grabar un álbum de Salsa Romantica con él. La Palabra no le prestó mucha atención a la propuesta, él sabía que en la Salsa no se ganaba tanto dinero. Además él estaba trabajando con el gran Stevie Wonder.
Finalmente La Palabra deja a la Orquesta Versalles. Fue una mala elección. La mujer que le había insistido para que grabara el álbum de Salsa Romántica una noche no lo vio en Candilejas y entonces contactó a Louie Ramírez y Ray de la Paz para hacer realidad el proyecto de un LP de baladas transformadas en Salsa que La Palabra no le habia prestado atencion. Fue un éxito increíble para Ramirez y De la Paz gracias a una idea ya establecida de La Palabra.
Al ver el extraordinario suceso de Louie Ramirez y Ray De la Paz, La Palabra tuvo una segunda oportunidad en el género que él había inventado, pero no registrado. La manager de la Orquesta Versalles lo convenció entonces para irse a Miami ya que las cosas con Stevie Wonder se habían enfriado. En Miami «Lady» era un éxito, así que sin dudarlo agarró sus maletas y se fue de Los Ángeles a La Florida, llevándose consigo a un músico principiante que era su discípulo, un muchachito que luego se hizo famoso: Luis Enrique.
En Miami las cosas no resultaron como él pensaba. El racismo era una pesadilla. La Palabra fue vetado de muchos clubes y las cosas empeoraron. Luis Enrique firmó con CBS (hoy Sony Music) ocultando su contrato con La Palabra y logró un gran éxito con «No Te Quites la ropa». Luis Enrique jamás reconoció ni agradeció a La Palabra y la amistad se vino abajo. Hubo demandas, pero La Palabra fue traicionado por su abogado quien se había vendido secretamente a la CBS.
Frustrado, La Palabra dejó de presentarse. Miami era una ciudad llena de cocaina, mafiosos y violencia donde la reina era Graciela, la narcotraficante colombiana que le había enseñado el mundo del delito a Pablo Escobar. La Palabra desesperado por sostener a su familia y sin querer tocar a pesar de que en la Calle 8 era un ídolo, decidio buscarse otro trabajo. Él estaba demasiado triste y rencoroso para concentrarse en su música.
Sin embargo tuvo una propuesta musical con la esperanza de retomar su carrera en otro lugar y salió para New York donde conoció a Louie Ramírez y Ray De la Paz quienes se emocionaron de verlo. Ambos sabían que La Palabra era el hombre que había inventado la Salsa Romántica en Los Ángeles, un fenomeni del cual ellos se estaban haciendo ricos. Salió de New New York a Miami feliz por el reconocimiento de Ramírez y De La Paz, pero sin un dólar en el bolsillo. La Palabra nuna les pidio ayuda economica. Ya en Miami le proposieron un negocio raro y desafortunado. El tomó un avión a Georgia y cayó preso. Fue arrestado por posesión de drogas.
En la cárcel La Palabra estudio derecho, ayudó a muchos reclusos y finalmente salió libre. Esos años recluido fueron determinantes en su vida pero ya libre logró su mayor exito, que es un hit universal, «El Tun Tun de tu Corazon».
La Palabra es hoy por hoy una leyenda de la Salsa. Vive en Cali, Colombia, hace giras por Estados Unidos, Canada y Europa y está grabando un nuevo album que se conocerá este año.
Su libro es un best seller increible, «Mi Nombre es la palabra», una biografía que pone en perspectiva todos los acontecimientos significativos de su vida y de su carrera artística. La Palabra no se guarda nada y cuenta de circunstancias extremadamente desafiantes.
Sin ceder a la desesperación, La Palabra realizo una transformación notable mientras estuvo en prisión. El es un hombre que tiene la creencia de que en cada adversidad hay una semilla de beneficio equivalente. Es una historia conmovedora, un relato que atrapa de principio a fin y una denuncia a la discriminación racial que en muchos momentos venció lo venció, pero no lo derrotó.
