Por Esther Piccolino
Después de tres años de silencio discográfico, Pablo Alborán regresa con un trabajo que marca un punto de inflexión en su carrera. “KM0” que se pronuncia Kilómetro Cero, es mucho más que el título de su séptimo álbum: es una metáfora de renacer, de regresar al origen para seguir avanzando. “Es un álbum terapéutico que me ha ayudado a cerrar heridas”, confiesa el cantautor malagueño en conversación con el Nuevo Herald.
Desde su debut en 2010 con Solamente tú, Alborán se ha consolidado como una de las voces más sensibles y prolíficas del pop en español. Con 24 nominaciones al Latin Grammy, seis discos de estudio y un Goya a “Mejor canción original” por Palmeras en la nieve, su trayectoria está marcada por la búsqueda constante de autenticidad. “KM0” llega como la síntesis de esa evolución artística y emocional.
“Es un homenaje a la vida, un homenaje a la gente que cuida, un homenaje al amor y también al desamor”, dice Alborán. “El desamor nos trae cosas buenas aunque pensemos que no. En este disco he hecho lo que he querido, lo que me ha dado la gana”.
Y se nota. En este nuevo trabajo, el artista explora territorios rítmicos que van desde la bulería flamenca hasta el merengue y la salsa, sin dejar atrás las baladas al piano que lo convirtieron en referente. “Hay locuras en este álbum”, admite entre risas. “Hay una salsa, un merengue, canciones a piano y voz, y una bulería que llevaba años queriendo hacer. Es un disco muy libre, muy mío”.
La canción “Mis 36”, tema central de la novela Papás por siempre (Televisa/Univisión), sirve de carta de presentación para este nuevo ciclo, mientras Alborán se prepara para iniciar su gira mundial el 2 de marzo en Chile. El lanzamiento oficial de “KM0” será el 7 de noviembre, tras un multitudinario showcase en la Puerta del Sol de Madrid, donde reunió a más de 15,000 personas.
Durante el proceso de creación, el artista confiesa haber encontrado un equilibrio que antes le resultaba esquivo. “He aprendido a ser más consciente de las cosas que vivo”, reflexiona. “No solo es vivir el presente, sino disfrutar el proceso. Eso me está ayudando mucho a disfrutar del día a día”.
Su voz serena se ilumina al hablar de una de sus canciones favoritas del álbum: “‘Contigo’ me representa ahora mismo. Es una salsa muy alegre, transmite frescura, alegría, ganas de vivir. Es una canción muy disfrutona”, dice sonriendo.
Además de la música, Alborán explora nuevas facetas: forma parte de la serie española de Netflix Respira, donde interpreta a un médico envuelto en un complejo arco emocional. “Ha sido un sueño. Llevaba tiempo estudiando para estar preparado si llegaba algo así”, cuenta. “Es difícil que te den la oportunidad cuando vienes del mundo de la música, pero ha sido maravilloso. Me relajó mucho el hecho de que fuera una serie coral, sin tanta presión”.
Entre risas, el cantante también revela pequeños detalles de su vida cotidiana, cuenta entre gestos que su talento oculto es la cocina. “Cocino bien”, dice con modestia. Y si pudiera perderse en algún lugar sin mirar atrás, no lo duda: “Málaga. Mi tierra. Lo mejor que hay. ¡Viva Málaga!”.
Catorce años después de su irrupción en la música con Solamente tú, Pablo mira hacia atrás con serenidad. “No le diría nada a ese Pablo del 2010”, afirma. “Uno tiene que equivocarse, aprender, descubrir sus límites. Cuanto menos influencia tengas, mejor. Hay que dejar que la vida te enseñe”.
“KM0” no es solo un nuevo disco: es la confirmación de un artista que se atreve a recomenzar desde el centro de su verdad.