Por CARLOS PASSAGE
Es la tercera semana de agosto de 1985. Una semana como esta hace mas de tres decadas y media.
Años antes, en 1981, Paul McCartney habia aconsejado a Michael Jackson para que invirtiera en ‘publishing».
Asi que Jackson cuatro años mas tarde, en 1985, hizo una oferta de 47,5 millones de dólares por los derechos de más de 250 canciones de The Beatles escritas por Lennon-McCartney, propiedad de ATV Publishing, lo que resulto ser una gran inversión, pero que acabo con la amistad con Paul.
De cierta forma, Paul habia sido culpable. En 1981, McCartney invito a Jackson a su casa en Inglaterra, donde escribieron la cancion «Say Say Say» y entablaron una gran y linda amistad.
Durante esa visita, McCartney habló con Jackson sobre la publicación de canciones, le mostró la lista de las que tenia y le explicó que le pagaban cada vez que se reproducia o se grababa de nuevo una de ellas. Un año mas tarde en 1982, la amistad iba inmejorablemente, asi que grabaron otra canción juntos, «The Girl Is Mine», para el álbum «Thriller».
McCartney había considerado comprar el catálogo de ATV, que incluía miles de canciones pop además de una parte considerable de la colección de The Beatles unos años antes en una empresa conjunta con Yoko Ono, pero el trato no funcionó.
McCartney y John Lennon habian perdido los derechos de publicación de la mayoría de sus canciones en 1969 cuando dos de los socios de su editorial, Northern Songs, vendieron sus acciones a ATV Music sin previo aviso.
Para cuando Jackson se intereso en The Beatles, el ya se ha dedicado a invertir en la publicación de música, adquiriendo derechos de canciones de Sly Stone y Dion, bajo el consejo de su amigo McCartney.
Cuando las canciones de los Beatles se ponen al mercado, Jackson le cuenta a McCartney de sus intenciones, pero el cree que está bromeando y se sorprende cuando el Rey del Pop hace una fuerte oferta, que puede financiar fácilmente gracias a sus ganancias de «Thriller».
Es un movimiento comercial astuto en ese momento, pero con los años Michael se veria acosado por muchas dificultades financieras por el resto de su carrera, incluso después de su muerte.
De todas formas, McCartney está molesto, y el no quiere pagarle a su amigo Michael Jackson cada vez que quiere cantar una de sus propias canciones y su amistad termina efectivamente.
Michael Jackson finalmente fusiona su catálogo con Sony Music, y se crea la compañia Sony/ATV Music Publishing, conservando la mitad del negocio.
En el 2016, siete años después de la muerte de Jackson, Sony compro se hizo a todo el negocio y pago a los herederos del Rey del Pop $ 750 millones por las acciones, dejando a McCartney mordiendo el polvo una vez más.
De todas formas, McCartney tiene ahora los derechos de algunas de las canciones The Beatles lanzadas por EMI y publicadas por Ardmore y Beechwood, incluyendo «Love Me Do» y «P.S. I Love You».
Cuando Jackson murió en 2009, McCartney parecio haberlo dejado todo atrás, y emitio una declaración que hablo sobre el gran sentido del humor de Jackson y los buenos momentos que pasaron juntos.